
En Ecuador ya se producen líneas capilares, faciales y corporales con cáñamo desde la despenalización del cannabis no psicoactivo en Ecuador, el 21 de junio. Los derivados de esta planta tienen múltiples beneficios y aplicaciones.
Para los cosméticos, el cannabis ofrece al menos dos derivados: el aceite de cáñamo y el aceite de semilla de cáñamo. Así lo explica María Augusta Vega, máster en ciencia y tecnología cosmética.
El primero, por un lado, se obtiene al procesar las flores y las hojas. Es rico en cannabidiol (CBD). Este es un componente con propiedades terapéuticas. Entre ellas están las antiinflamatorias, analgésicas y antioxidantes.
El aceite de semilla de cáñamo, por otro, se puede comparar con un aceite de coco o de oliva. Se trata de un aceite vegetal rico en ácidos grasos -como omegas 3, 6 y 9- y antioxidantes. Sus beneficios más importantes son hidratar a profundidad, nutrir e iluminar. No contiene CBD. Las extracciones de buena calidad son incluso comestibles. A escala internacional, marcas de cuidado personal como Burt’s Bees, The Body Shop, Herbal Essences y Tresemmé han lanzado líneas de cáñamo. Estas empresas proclaman que el aceite de semilla de cáñamo tiene propiedades nutritivas, calmantes y restauradoras.
Beautik London es una de las pioneras en usar cáñamo en la industria cosmética ecuatoriana. Lo hizo con una línea capilar que cuenta con champú, acondicionador, crema y mascarilla. Antonio Álvarez Eljuri, gerente general, relata que incursionó en este terreno pues vio que la tendencia crecía rápidamente en el exterior.
Victoria Paucar, gerenta de marketing, agrega que en Ecuador hay consumidores que buscan productos naturales, orgánicos y que marquen nuevas tendencias. “La necesidad ya estaba, le dimos una solución”, afirma.
Esta línea ya se exporta a 12 países, entre esos Colombia, Chile, México y Puerto Rico. Irene Robles, gerenta de exportación, explica que un análisis de comercio electrónico reveló que estos productos generan mucha expectativa. Uno de los retos para la compañía es llegar a países con legislaciones más conservadoras. Por ahora, la empresa importa el aceite de semilla de cannabis desde Alemania.
Los emprendimientos también le apuestan al cáñamo. Uno de ellos es Phi Cosmetics. Elabora aceite corporal, champú, crema y gel enriquecidos con extracto de las flores de cannabis. En las próximas semanas, la marca lanzará al mercado desodorantes, ‘serum’ facial, mascarilla para el pelo y bálsamo labial.
“La idea ha sido dar una imagen cuidada, que se transmita lo contrario a lo que se puede percibir de la marihuana”, dice Nina Tapia, fundadora de la marca Phi Cosmetics.
La emprendedora explica que actualmente busca, junto a diferentes organizaciones,comprar la materia prima a pequeños productores. “Hemos estado trabajando para que nos escuchen, para que nos den chance a los pequeños de cultivar en pequeño”, dice Tapia.
Diferentes industrias están a la expectativa de la publicación de la normativa para el cultivo del cáñamo. Este documento, elaborado por el Ministerio de Agricultura, debería estar listo hasta el 19 de octubre del 2020.
Fuente: https://www.elcomercio.com
