El Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas anunció a principios de esta semana que lanzó un nuevo programa para regular la fabricación, procesamiento, distribución y venta minorista de productos de cáñamo consumibles.
A tal efecto, a partir del 2 de agosto, se requiere una licencia para fabricar, procesar y distribuir productos consumibles de cáñamo, para conseguir ese permiso, las autoridades abrieron un proceso de solicitud en línea de licencias de productos de cáñamo y registros de minoristas.
Por su parte, los vendedores minoristas de este tipo de productos, incluidos los que contienen cannabinoides, deben registrar cada ubicación donde los productos estarán a la venta a más tardar el próximo 2 de octubre.
«El programa establece un marco regulatorio consistente para los productos de cáñamo consumibles que se fabrican o venden en Texas», comentó Stephen Pahl, Comisionado Asociado para la Protección del Consumidor en la referida oficina pública.
Buscan proteger al consumidor
Los funcionarios se encargarán de hacer pruebas aleatorias para determinar la presencia de metales pesados, patógenos nocivos, pesticidas, solventes residuales y la concentración de tetrahidrocannabinol (THC), el ingrediente psicoactivo de la marihuana, pues para poder venderse deben tener una concentración máxima de 0.3% de THC.
«Con la aprobación del Proyecto de Ley Agrícola de EEUU de 2018, Texas vio una afluencia exponencial de artículos derivados del cáñamo, desde lápices labiales, lociones hasta aceites de CBD«, comentó el senador Charles Perry, propulsor del referido programa, “estos productos provenían de estados y países que pueden no requerir pruebas o etiquetados sólidos. El proyecto de ley 1325 de la Cámara de Representantes agregó algunas de las protecciones al consumidor más sólidas de la nación para garantizar que estos artículos sean seguros para los consumidores” agregó.
