
Desde el 21 de junio de 2020, con la vigencia de las reformas al Código Orgánico Integral Penal (COIP), el cannabis no psicoactivo o cáñamo dejó de ser una sustancia sujeta a fiscalización en Ecuador. Productos de higiene personal a base de aceite de cannabis ya han comenzado a producirse en Ecuador.
Esto, tras la vigencia de las reformas al Código Orgánico Integral Penal (COIP), el 21 de junio de 2020.
En el artículo 127 de la normativa se establece la despenalización del “cultivo y la producción del cáñamo con un contenido de delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) inferior a 1% en peso seco”.
Si bien en el país existen laboratorios interesados en el procesamiento de cannabis para uso medicinal, esto aún no es legal.
“La norma técnica de la Agencia de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) para este tipo de productos todavía no está vigente”, explica Cecilia Falconi, consejera legal y miembro fundador del clúster de cannabis como uso medicinal e industrial de la Cámara de Comercio de Quito.
Empresas de otros cinco sectores estarían ya preparándose para sembrar y utilizar cannabis medicinal o industrial para obtener desde aceite hasta biomasa para materiales de construcción.
“La despenalización de cannabis no psicoactivo se decidió en 2019, por acciones de personas que lucharon por su uso medicinal. No tuvo nada que ver con la pandemia”, Klaus Graetzer, presidente del Directorio de la Escuela de Floricultura de la Asociación Nacional de Productores y Exportadores de Flores del Ecuador (Expoflores).
Aunque, Graetzer reconoce que“la producción de cáñamo va a ser uno de los motores productivos que ayude a sacar al país de la crisis por la pandemia de Covid-19″.
“Nadie tiene licencias”
Si bien la elaboración de productos con cannabis no psicoactivo con un contenido de THC inferior a 1% ya está permitida en el país, lo que aún no se puede hacer es sembrar o cultivar la planta para fines comerciales.
¿Porqué el Ministerio de Agricultura y Ganadería tiene que emitir la reglamentación?
“La producción de cáñamo no es totalmente libre, debe cumplir ciertos parámetros. El Ministerio de Agricultura es el encargado de emitir los permisos para su procesamiento, comercialización y exportación”, explica Graetzer.
Desde la entrada en vigencia de las reformas el ministerio tiene 120 días, es decir hasta el 18 de octubre de 2020, para publicar la normativa con las directrices para su producción. Aunque, en redes sociales y en grupos de WhatsApp hay personas que dicen tener licencias y semillas autorizadas, lo que es falso.
“Nadie en Ecuador tiene licencias, nadie”, afirma Graetzer, quien agrega que “esas semillas no son legales, aún, porque no tienen la certificación que determina la Ley Orgánica de Agrobiodiversidad, Semillas y Fomento de la Agricultura Sustentable (Loasfas)”.
El Ministerio de Agricultura estaría trabajando en cinco tipos de licencia, según Falconi, para:
Importación y producción de plantas, semillas o esquejes de cáñamo.
Fitomejoramiento y/o investigación científica y bancos de germoplasma.
Cultivo de cáñamo.
Producción de derivados e industrialización de productos derivados de cáñamo.
Comercialización.
Un negocio especulativo
El reglamento en el que trabaja el Ministerio de Agricultura también busca evitar problemas que ya han enfrentado otros países que producen cáñamo Por ejemplo, en Colombia había personas que sacaban permisos de producción de cannabis para que sus terrenos ganen plusvalía y luego ponerlos a la venta.
Para evitar eso, el Ministerio estaría evaluando establecer un mínimo de producción en un plazo de tiempo o que no se pueda transferir las acciones de la empresa sin su autorización. “Con estas medidas Ecuador busca estabilidad agroindustrial”, concluye Falconi.
Fuente: https://www.primicias.ec
