
Seguro que ya sabes que las semillas de cáñamo, las semillas de chía y las semillas de lino o linaza son muy saludables por el gran aporte de propiedades beneficiosas para nuestra salud, pero ¿sabes utilizarlas correctamente para aprovechar todas sus bondades?.
Usar estas semillas en la cocina puede ser muy sencillo y estarás incorporando más nutrientes, proteínas vegetales, fibra, antioxidantes y grasas beneficiosas como las omega 3 a tu dieta.
Cómo usar las semillas de cáñamo
Las semillas de cáñamo son muy ricas en nutrientes. Son una excelente fuente de ácidos grasos esenciales y también nos aportan todos los aminoácidos esenciales, muy importantes porque nuestro organismo no los puede producir y deben incorporarse a través de los alimentos.
Para obtener las bondades de las semillas de cáñamo puedes tomarlas añadiéndolas tanto a platos dulces como salados. Hazlo una vez que los has servido y añade las semillas de cáñamo al final.
También puedes usar las semillas de cáñamo para preparar una bebida o leche vegetal. A un litro de agua añádele 150 g de semillas de cáñamo que habremos dejado a remojo en agua durante 8 horas. Bate bien y cuela. A esta bebida le puedes añadir un poco de canela, stevia líquida o incluso la puedes mezclar con zumo natural de frutas.
Otra forma de tomar las semillas de cáñamo es germinándolas (mira aquí), también las puedes tostar ligeramente en la sartén o el horno e incluso molerlas justo antes de añadirlas a los platos ya preparados.
Cómo usar las semillas de chía
Estas pequeñas semillas pueden ser muy versátiles en la cocina y las podemos usar en la elaboración de varios platos. Son una fuente de Omega 3, un ácido graso muy importante que participa en multitud de funciones que se llevan a cabo en nuestro organismo. Pero además las semillas de chía nos aportan carbohidratos, proteína vegetal, minerales como el calcio y fibra.
Las semillas de chía tienen un sabor suave, por lo que podemos combinarla con otros alimentos con sabor más intenso y no lo modificará.
Cuando las semillas de chía se mezclan con un líquido, éste se queda con una textura similar al gel. Para que te hagas una idea, las semillas de chía pueden absorber hasta 12 veces su tamaño en agua. Una vez mezcles la chía con el líquido déjalo reposar entre 10 y 15 minutos para que gelifique.
Puedes incorporar entre una cucharadita y una cucharada de semillas de chía junto con tus cereales de avena (una buena combinación) en el desayuno. También las puedes añadir a yogures, para espesar salsas y aliños y para preparar mermelada con chía mezclando batido o zumo de fruta casero con la chía.
Otra forma de tomarlas es moler las semillas de chía. Es aconsejable moler justo las semillas que vayas a consumir en ese momento porque una vez que se muelen las semillas éstas se empiezan a enranciarse y los ácidos grasos se pierden.
Por último, te recomiendo que también pruebes a germinar las semillas de chía. Sólo tienes que esparcir dos cucharadas de chía sobre dos servilletas o toallas de papel húmedas que habremos puesto en un recipiente redondo o rectangular en el que tengan suficiente espacio. Guarda las semillas en un armario o en una zona oscura los tres primeros días. Pulveriza las semillas tres veces al día para mantener cierta humedad. Antes de una semana verás que ya han salido los brotes y puedes añadirlos a ensaladas y cualquier otro plato que desees.
Cómo usar las semillas de lino o linaza
Estas semillas nos aportan omega 3 y pueden contribuir a reducir las dolencias cardiovasculares y la diabetes. Además, las semillas de lino contiene fitoestrógenos.
Si tomamos las semillas de linaza tal cual no serán absorbidas y aprovechadas por nuestro organismo. Una forma de consumir las semillas de lino es moliéndolas en un molinillo justo antes de consumirlas. Muele únicamente la cantidad de semillas que vayas a consumir en cada momento, pues los ácidos grasos que contienen se oxidan y pierden parte de sus beneficios nutricionales. Después, las semillas de lino las podemos espolvorear sobre cualquier plato ya cocinado o preparado, como purés, sopas, ensaladas, salsas, batidos, etc.
Otra manera en la que puedes usar las semillas de linaza es mezclar una cucharadita de estas semillas con 100 ml de agua. Déjalo reposar al menos 30 minutos y después bébelo tal cual o añádelo a algún zumo o batido natural. Verás que las semillas han formado un gel con el agua.