
Absorción de CO2
El cáñamo industrial absorbe más CO2 por hectárea que cualquier bosque o cultivo comercial, lo que lo convierte en el “desagüe” de carbono ideal. Además, se puede cultivar a gran escala en suelos carentes de nutrientes con cantidades muy pequeñas de agua y sin fertilizantes.
Plásticos biodegradables
Los productos de cáñamo pueden promover la biodiversidad y revertir la contaminación ambiental al reemplazar los plásticos petroquímicos, que ahora se descargan en el océano a una velocidad impresionante. Para evitar todo eso, el plástico hecho de cáñamo puede reemplazarlo gracias a que es biodegradable y no tóxico.
Textiles
Algunas otras toxinas ambientales provienen de la industria textil, en esta industria, el cáñamo ayuda al poderse cultivar con un mínimo de agua, además, las telas de cáñamo se pueden hacer sin el uso de productos químicos tóxicos.
Combustión Limpia
La contaminación ambiental provocada por la quema de combustibles fósiles también se puede revertir con el cáñamo, que es más eficiente y respetuoso con el medio ambiente en comparación con el trigo y el maíz como biocombustible.
Efectiva rotación de cultivos
Este cultivo también fomenta la biodiversidad en el suelo, mediante la regeneración de tierras agrícolas que durante mucho tiempo se han agotado debido al uso de químicos tóxicos. Es una “maleza” que elimina a otras plantas sin pesticidas ni herbicidas; y su raíz principal larga sostiene el suelo, canalizando la humedad más profundamente en él. A diferencia de la mayoría de los proyectos forestales, el cáñamo se puede cultivar en tierras agrícolas existentes e incluirse como parte de la rotación de cultivos.
Papel fino, fuerte y barato.
Un acre plantado en cáñamo produce tanta pulpa como 4.1 acres de árboles, según el USDA; y a diferencia de los árboles, el cáñamo se puede cosechar dos o tres veces al año. El papel de cáñamo es más fino, más fuerte y dura más que el papel a base de madera, por lo tanto, puede ayudar a salvar bosques al eliminar la tala para extracción de pulpa para papel. La fábrica de papel de Benjamin Franklin usaba cáñamo. Hasta 1883, era uno de los cultivos agrícolas más producidos, entre el 80 y el 90% de todo el papel del mundo estaba hecho de él. A principios de América, el cultivo de cáñamo se consideraba tan importante que era ilegal para los agricultores no cultivarlo. El cáñamo era de curso legal desde 1631 hasta principios de 1800, e incluso podían pagar impuestos.
Una solución lucrativa
Se dice que el cultivo del cáñamo es rentable de muchas maneras y efectivamente una solución de autofinanciamiento para la crisis ambiental. Según un artículo de Forbes titulado “El cáñamo industrial es la respuesta a la dependencia petroquímica”. Actualmente, los rendimientos de los cultivos de cáñamo pueden variar de $ 20,000 a $ 50,000 por hectárea.
El cáñamo puede contrarrestar la dependencia a diferentes productos petroquímicos existentes, como plásticos, textiles, materiales de construcción y mucho más. En la actualidad, países de todo el mundo, sobre todo Estados Unidos, Canadá y China, están flexibilizando sus políticas para aprovechar este cultivo en todas sus vertientes y posibilidades.